Los niños, como los adultos, sienten una gran variedad de emociones fuertes sobre lo que les pasa. A veces, cuando el mundo que les rodea parece incierto o peligroso, sienten miedo o preocupación. De hecho, aprender a reconocer el peligro correctamente y manejarlo es una parte importante del desarrollo.
La mayoría de los niños, crecen aprendiendo a manejar los problemas del día a día de forma adecuada y con seguridad. Sin embargo, algunos niños se preocupan más que los demás. Se vuelven mimosos y tienen dificultades para hacer amigos o aprender. Ocasionalmente, un niño o joven tiene preocupaciones y miedos que son tan intensos o severos que les impide hacer sus tareas cotidianas o llevar una vida normal. Estos niños están probablemente sufriendo un trastorno de ansiedad. 
Os felicito por el blog!! Incorporais unos contenidos muy interesantes y prácticos necesarios para nuestro ser padres/madres y educadores/as. En mi opinión está bastante bien enfocado.
ResponderEliminarÁnimo con esta iniciativa!!
Un abrazo.
Joaquín Rodríguez.
Solidaridad Don Bosco
Muchas gracias Joaquín. Es nuestra intención
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