Hoy cogemos prestado del blog de FILMOTERAPIA cómo trabajar las distorsiones cognitivas, tema muy de actualidad y que todo ser humano alguna vez ha experimentado. Las distorsiones cognitivas son también conocidas como pensamientos
distorsionados, disfuncionales, negativos, irracionales… Se llaman así
porque provocan interpretaciones erróneas del mundo, de uno mismo o de
las relaciones, lo cual a su vez puede generar comportamientos
autofrustrantes ( perfeccionismos, necesidades de aprobación,
victimismos…), emociones negativas desproporcionadas (ansiedad, ira,
depresión…) y finalmente mucha infelicidad.
Pues lo dicho, las distorsiones cognitivas no son ningún trastorno ni ninguna una enfermedad,
todos las hemos experimentado alguna vez y son las consecuencias
negativas de tener un cerebro tan potente que debe analizar una cantidad
desproporcionada de información (no se podía tener todo). Todos hacemos
alguna distorsión de vez en cuando, pero si es cierto que si
las convertimos en un hábito pueden convertirse en cuadro central de
muchas infelicidades pero también de inseguridades, trastornos de
ansiedad o depresiones. La buena noticia es que si somos
capaces de ser conscientes de estas ideas irracionales y trabajarlas
tendremos un enfoque mucho más eficiente en todos los sentidos de la
vida, no sufriremos tanto, prevendremos trastornos psicológicos y en
definitiva, seremos mucho más felices.